Profesora Clínica
Medicina Interna

¿Hay alguien más en tu familia es médico o está en el área que te haya influenciado para escoger la carrera?
No, de hecho después de mí hay dos primas que también son médicas, pero antes no.

¿Nunca hubo dudas acerca de que la medicina fuera el proyecto profesional?
Si, al principio no fue fácil, la parte de las ciencias básicas en la Universidad de los Andes... había muchas ciencias básicas y yo en un momento iniciando pensé en cambiarme de universidad más que de carrera. Pero ya uno más grande, en quinto semestre uno inicia en el área clínica y ya, esa duda se fue. Después tuve claro que la Universidad de los Andes es excelente y que todos los contenidos y lo que uno haga es importante.

¿Cómo fue la experiencia de estudiar y vivir en España?
Fue salirse de la zona de confort en un hospital desconocido con equipo de trabajo desconocido, pero fue una experiencia enriquecedora, nos fue muy bien con el equipo de trabajo. Allí estuve dos meses.

¿De quién o qué te acoges en los momentos difíciles?
Creo en Dios pero creo que lo más importante es hacer las cosas de forma que después no te arrepientas, hacer cosas constructivas.

¿Actualmente tienes algún proyecto en curso? ¿Proyectos en los que hayas participado en años anteriores?
Hice varias publicaciones en el rural, en el 2013 entré a realizar una especialización en Epidemiología; en un principio pensé que no ser clínico tendría su desventaja en el momento de la residencia, pero no, incluso ayudé con algunos análisis de trabajos después.

¿Qué consejo les darías a los estudiantes que están ad-portas de hacer su residencia?
Les diría que tengan química con lo que eligen porque es para el resto de sus vidas. Si estás en el piso uno y quieres ir al tercero, tienes que pasar por el segundo, puedes escoger las escaleras o el ascensor, pero tienes que pasar; así es en la residencia, tienes tus días buenos y tus días malos pero una meta fija. Todo conocimiento suma, la actividad multiplica. 

¿Algún personaje que te guste y nos recomiendes?
Fito Páez. Por eso mi perro se llama Rodolfo (Fito se llama así). Me gusta ir a los conciertos de él, de hecho, no soy una persona de masas pero por Fito asisto a conciertos. Me gustan las letras de las canciones. “Es solo una cuestión de actitud” es que eso es!

¿Has estado involucrada en alguna Fundación o voluntariado?
Si, desde pequeña me ha gustado ayudar a la gente. En el colegio hacíamos cosas en el barrio Verbenal como en décimo, parte del servicio social. También en una Fundación Nuestra Señora de las Mercedes que trabaja con hijas de reclusas del buen pastor, e íbamos allá a jugar con ellas y pasar un tiempo. Cuando estaba en octavo una amiga me llamó y me invitó a ser parte de un grupo de la montaña, es una Fundación que se llama Sognare de la mamá de una de ellas. Donaba mi tiempo y luego hubo un proyecto en Cazucá (con Nelson Pájaro, recolectábamos con la familia y los vecinos y entregábamos mercados, recuerdo una vez una donación como de 2.000 regalos y con mis amigas pasamos derecho empacándolos con papel periódico. No volví más por temas de seguridad. Apoyé unos campos de verano de la Sociedad Santa Cruz y Niños por un nuevo planeta que apoya a niños abusados sexualmente.

¡Gracias por tu tiempo!

Contacto: m.soto132@uniandes.edu.co