Profesor titular
Médico Institucional del Departamentl de Medicina
Interna de la Fundación Santa Fe de Bogotá
¿Naciste aquí en Bogotá?
Si, soy de aquí de Bogotá, aunque tengo mucha influencia de la Costa Atlántica, mi niñez fue allá.
¿Qué puedes recuperar de la experiencia del pregrado al posgrado y especialmente fuera del país?
Mi primera formación de posgrado fue también en la Nacional, era quedarme allí, ir al fondo de los temas y hacer muchas cosas más; como estaba con el mismo grupo con el que había estado, fue excelente, no me costó trabajo. Mi salida al exterior estuvo ligada al proyecto de la Universidad de los Andes, porque estaban reclutando a quienes quisieran ser docentes de ciencias básicas, estuvieran en el área clínica y quisieran hacer un doctorado y lo cofinanciaban, que siempre es un cuello de botella para quien quiera estudiar en el exterior. Hicieron un concurso en los Andes, me lo gané, me presenté a Doctorado en varios lados y logré pasar en una buena universidad.
¿Qué es lo que más podrías rescatar de la experiencia de los cinco años en la Universidad de Harvard?
Que la gente va al grano, me gusta que el énfasis está en el fondo y no en la forma, la gente va a trabajar en blue jean y tenis, pero son personajes que saben dónde tienen puesta la cabeza. Una vocación de excelencia en un ambiente relajado, no solemne, muy exigente y muy competitivos, especialmente las personas asiáticas. Pero la oportunidad de salir, de cimentar el idioma, conocer otra cultura, de ver otra forma de hacer las cosas, es increíble. Por ejemplo todos los médicos clínicos que trabajan en un ambiente hospitalario tienen un laboratorio de investigación y no se ve como algo extraño si no que es la norma, no se concibe que un médico académico no haga investigación. Tenía un hábito que era correr y allá hay muchas oportunidades de espacio para hacerlo. No soporté el clima, cada vez me acostumbraba menos. Fue una experiencia excelente, pero desde un principio sabía que mi aporte debía ser en Colombia, admiro mucho los Estados Unidos y las cosas buenas que han hecho, pero todo es muy estandarizado y las relaciones personales a mi parecer son un poco superficiales.
¿En tu área de trabajo, hay más campo de trabajo, son los mismos temas en Estados Unidos que en Colombia?
Son los mismos, lo que pasa es que allá hay más dinero, no es que haya más problemas, sino que necesitan más de la investigación porque la economía se basa en productos de alto valor agregado, entonces requieren un aporte intelectual complejo. La sociedad necesita de la investigación, hay más demanda por eso, hay más oportunidades. Aquí no había mucho, hay algo ahora y de nosotros depende que siga avanzando. ¿Pero en cuanto a las temáticas, obesidad, problemas endocrinos, enfermedades no transmisibles, hay prevención aquí en Colombia? Sí, aquí se ha avanzado en los temas tanto en prevención como en la práctica clínica, yo tengo consulta y estoy repleto. En este momento estamos terminando un estudio en cinco ciudades de Colombia, en cuanto a factores de riesgo relacionados con problemas metabólicos, obesidad, diabetes, dislipidemia, hipertensión, etc.
¿Cuáles son tus hobbies?
Correr, soy pianista amateur, leo ensayos de no ficción. Me gusta ver documentales y salir a bailar. Me gusta la salsa, el merengue, el jazz, el reggaetón, la champeta, la música clásica. Lo único que no me gusta es el rock en inglés. Recomiendo una película llamada Mustang, en un ambiente turco-musulmán; narra la historia de una familia que refleja el crisol de culturas que hay allí. De libros recomiendo: “Porqué fracasan los países” (de Daron Acemoğlu), también es un autor turco.
¿Qué cualidades deben tener esos estudiantes que ingresan a la Facultad de Medicina?
Que sin ser solemnes se tome las cosas en serio, que no se la pasen excusándose, hacer lo que le toca y hacerlo bien. Que quieran superarse, ser mejor. Que quieran aportar a los demás es importantísimo, si alguien estudia medicina debe querer aportar a los demás bien sea cuidando de su salud o siendo salubrista, investigador, administrador. Debe tener calidad intelectual, cierta aptitud. Por supuesto que muchísima motivación, motivación propia y tolerancia a la frustración.
¿Qué aspectos podría ofrecer la Facultad de Medicina a los estudiantes para que se vean las mejoras a mediano plazo?
Yo pertenezco al comité curricular y llevamos 7 años todos los miércoles tratando de contestar esa pregunta...tener más opciones de centros de práctica para los estudiantes, claro que se ha avanzado pero tener más, que haya más grupos de investigación para que los estudiantes puedan desarrollar sus intereses en las áreas que les gusta. Eventualmente mayor capacidad porque la educación que brindamos en la Universidad de Los Andes es extraordinaria y en estos días, en entrevista de admisión, me da pesar que algunos de estos jóvenes con grandes capacidades y méritos se queden por fuera. Un crecimiento en tamaño, estudiantes, centros, impacto, etc.
Muchas gracias por sus aportes
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