El pasado 7 de octubre el grupo pionero de sobrevivientes de cáncer de mama del programa de actividad física "Mi Cuerpo Mi Ritmo Mi Voz", creado por el grupo de Epidemiología de la Universidad de Los Andes, realizó una presentación de baile en las instalaciones del Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), para conmemorar la lucha contra el cáncer de mama y visibilizar el esfuerzo conjunto entre la Universidad de Los Andes, el IDRD y otras instituciones, en el desarrollo de estrategias investigativas y de política pública para el bienestar de las sobrevivientes de cáncer de seno.
"Mi cuerpo Mi Ritmo Mi Voz" ha procurado el bienestar integral del grupo pionero de sobrevivientes de cáncer de mama, ofreciendo sesiones de rumba y apoyo psicosocial, con base en la evidencia más reciente y la participación de actores de gran experticia. El Grupo de Epidemiología de la Universidad de Los Andes, con el apoyo del Instituto Distrital de Recreación y Deporte, la Secretaría de Salud, la Liga Contra el Cáncer, la Fundación SIMMON, la Asociación Ámese, la Universidad Manuela Beltrán y el Hospital San José, ha diseñado e implementado el programa para la promoción de actividad física en la población de sobrevivientes de cáncer de mama.
Siguiendo un enfoque interdisciplinar, las facultades de medicina y psicología de la Universidad hemos creado el proyecto de investigación "Mi Cuerpo Mi Ritmo Mi Voz", Con el fin de contribuir en la mejora de la calidad de vida de las sobrevivientes de cáncer de mama y sus familias, a partir de la promoción de actividad física. La actividad física no solo constituye un factor protector contra el cáncer de mama, sino que, además, existe evidencia científica sobre sus efectos positivos en la salud física, mental y emocional de las pacientes y sobrevivientes de cáncer de mama. La actividad física regular disminuye las probabilidades de recurrencia del cáncer, aumenta las probabilidades de supervivencia, disminuye los efectos secundarios de los tratamientos y tiene impactos positivos en el autoestima, la confianza y la experiencia de apoyo social, entre otros beneficios.